Amargós no concibe los precercos de las puertas como una mera estructura de madera fabricada a través de piezas enteras sin apenas elaborar. El precerco es para una puerta tan importante como la estructura para un edificio, de ahí que su calidad debe ser extrema si se quiere evitar complicaciones que con el paso de los años pueden convertirse en verdaderos problemas.

La técnica que utiliza Amargós para garantizar la máxima calidad a sus clientes es el encolado de alta frecuencia.

Tras tratar de forma laboriosa la madera de abeto sostenible, los tablones de madera se cortan en pequeños listones que más tarde se volverán a unir. Sólo de esta manera se consigue que los nervios de la madera, que tienden a doblarse hacia los lados y por tanto a deformar la pieza, queden neutralizados gracias a la técnica del encolado de alta frecuencia.

El resultado es inmejorable. Los largueros del precerco quedan completamente rectos y sólidos, lo que garantiza que al colocar la puerta encaje perfectamente en el hueco y no haya que cepillar los precercos. Y lo más importante, esta técnica evita que a corto y largo plazo la estructura de madera se deforme y deje de cumplir su función u ocasione mayores problemas, como el hecho de tener que cambiarlo todo.